Si en anteriores entregas te hablábamos sobre los orígenes de los drones y su funcionamiento, en el artículo de hoy te ofrecemos un breve resumen de las muchas aplicaciones que tienen nuestros queridos drones.
Como ya sabes, un dron es un dispositivo electrónico dotado de movilidad, controlado a distancia por un piloto humano o un sistema de control automatizado. Existen numerosos tipos de drones, siendo los aéreos los más conocidos, aunque existen también de otros tipos, como acuáticos o terrestres.
La evolución de los drones desde sus primeros tiempos, en los que eran, literalmente, aviones reales controlados a distancia, ha sido más que notable. Si dejamos a un lado los modelos militares más grandes, cuyas características y funciones se alejan mucho de las necesidades civiles, hoy en día encontramos una gran variedad de drones capaces de las más variopintas tareas.
El ocio recreativo es una de las grandes bazas de los drones actuales. Su vuelo estable y capacidad para grabar con una cámara en alta definición ha hecho furor entre los aficionados tanto a la naturaleza como la arquitectura. Por no hablar de aquellos que ya eran fanáticos declarados del radiocontrol.
Pero el ocio es solo una pequeña parte de las funciones que puede cumplir un dron. Su trabajo en seguridad es cada vez más importante, ya que son silenciosos, abarcan gran cantidad de terreno, pueden permanecer en posiciones estáticas y, como ya hemos dicho, montan una cámara que puede incorporar varios tipos de espectro.
De ese modo, los drones se usan cada vez más en el ámbito del control de incendios. Los drones se pueden desplazar con rapidez y adentrarse en zonas impracticables para detectar posibles focos. El manejo del dron y el coste son mucho menores que si se usara, por ejemplo, un helicóptero.
Otra importante función de los drones es la de la revisión de obra civil de difícil acceso. Nada mejor que una buena cámara enfocada a la cubierta de un edificio o nave industrial para detectar desperfectos. Del mismo modo, es una manera sencilla de inspeccionar molinos aerogeneradores, torres eléctricas o realizar el mantenimiento de granjas solares.
Los drones también sirven para el uso agrícola y ganadero. Son una manera barata de controlar grandes extensiones de terreno y detectar problemas con la cosecha, las líneas de riego o bien para situar el ganado en el territorio.
El uso de drones coordinados se puede aplicar en la construcción de edificios mediante enjambres de drones albañil, aunque todavía se está trabajando en este sistema. Este tipo de enjambres coordinados se usa también para formar espectáculos aéreos parecidos a la pirotecnia.
El transporte de medicinas e instrumentos en salvamento, tanto en montaña como en carretera, se está empezando a probar. Existen drones capaces, en un momento dado, de evacuar a la víctima de un siniestro.
Y, por supuesto, el transporte de mercancías hasta el usuario, que quizá sea la próxima revolución que encontremos, cuando el dron, bien sea aéreo o terrestre, nos lleve el próximo paquete hasta la puerta de nuestra casa. O tal vez… al balcón.